Así se organiza la nevera para conservar mejor toda la comida

Se estima que en torno a un tercio de toda la comida producida en un año (unos 1.300 millones de toneladas) acaba pudriéndose en los cubos de basura o estropeándose debido a un transporte y unas prácticas de recolección deficientes. Así lo recoge la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible, que apuesta por una producción y consumo responsables en su objetivo 12.

Desde cada hogar podemos aportar nuestro granito de arena y contribuir a frenar este despilfarro alimentario. ¿Cuántas veces has tenido que tirar comida a la basura porque se quedó olvidada en una esquina? ¿O porque no estaba a su temperatura ideal? En este post recopilamos los principales consejos para sacarle el máximo partido al frigorífico y conservar los alimentos más frescos durante más tiempo.

En primer lugar, y antes de hacer la compra, aprovecha un momento en el que tengas la nevera en mínimos para terminar de vaciarla y dejarla bien limpia y desinfectada. Una vez puesta al día, procura limpiarla con regularidad, incluso los rincones más incómodos, con la ayuda de un cepillo. Un frigorífico desinfectado supone menos posibilidades de enfermedades transmitidas por alimentos y contaminación.

Así, una vez que vuelvas del supermercado con la compra semanal, podrás dejar todo colocado en su sitio:

Estantes superiores

Los estantes superiores son la parte más cálida. Aquí guardaremos alimentos lácteos (yogures, quesos, postres…) y huevos.

Estantes medios

Productos cocinados y listos para consumir.

Parte inferior

Es la zona más fría, por eso es el lugar óptimo para colocar alimentos perecederos como carnes, aves y pescados. Así también evitamos que los jugos de estos alimentos puedan contaminar otros de manera accidental.

Cajones

El cajón inferior debemos reservarlo para frutas y verduras. Si tienes una nevera nueva, es probable que tengas dos cajones, uno para cada tipo. Es importante que, si es tu caso, mantengas esa distinción, ya que el de las verduras está calibrado para productos de alta humedad (las verduras se marchitan más lentamente cuando hay humedad) y el de las frutas está calibrado para baja humedad (las frutas se pudren más lentamente cuando hay poca humedad).

Además, hay otra razón para mantener estos productos separados: el gas que emiten algunas frutas puede hacer que las otras se echen a perder prematuramente. Hablamos de aguacates, plátanos, nectarinas, melocotones, peras, ciruelas y tomates. Si es posible, deberías mantener estas frutas fuera de la nevera.

Puerta

Esta es la zona más caliente del frigorífico y más susceptible a las fluctuaciones de temperatura. Aquí se pueden colocar aquellos alimentos que no necesitan de mucho frío para conservarse, como por ejemplo, mahonesa, bebidas, margarinas, salsas…

Esta información se ha elaborado a partir de la “Guía práctica para reducir los desperdicios alimentarios” desarrollada por el grupo Unilever en línea con la estrategia del ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente “Más alimento, menos desperdicio”.
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